Desde la CPM piden por la democratización de la Justicia

En un nuevo aniversario de la desaparición forzada de Julio López, el testigo clave del juicio que condenó a Miguel Etchecolatz, el copresidente de la Comisión por la Memoria, Hugo Cañón, reflexionó sobre el rol de la Justicia y las vinculaciones con las fuerzas de seguridad. “Necesitamos que los jueces se involucren atendiendo a las necesidades del pueblo y no de los sectores corporativos”, aseveró.
“Si la Justicia mira para un solo lado y con intereses concretos corporativos, es muy difícil avanzar para una sociedad más igualitaria, justa, solidaria e integrada”, dijo el copresidente de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), Hugo Cañón, en el séptimo aniversario de la desaparición del testigo Jorge Julio López, fundamental en la causa del Circuito Camps que finalizó con la condena de cadena perpetua para el represor Miguel Etchecolatz.

“Cuando la justicia no actúa y no se democratiza como se debería hacer, nos encontramos ante situaciones como estas que no se circunscribe en López, sino que se representa en otros casos de gatillo fácil y tortura que se repiten sistemáticamente en comisarías, descampados o en las cárceles”, continuó.

En torno a la relación entre generar un cambio en la justicia y la desaparición de Julio López, reflexionó: “Necesitamos una democratización seria en la que los jueces se involucren en un funcionamiento atendiendo a las necesidades del pueblo, y no respondiendo a los sectores corporativos que manipulan el poder en una dirección determinada”.

Y en el mismo sentido, agregó que “los jueces deben ver por dónde pasa el delito complejo, dónde esta el entramado de la verdadera inseguridad y que tiene que ver con las fuerzas de seguridad que están corrompidas, discriminando a los sectores sociales más pobres y vulnerables”.

En relación a esto, afirmó que “tenemos que asumir un compromiso colectivo para lograr la democratización la justicia y demandar a los jueces que cumplan con lo que tienen que cumplir, que es investigar junto a los fiscales”.

Con respecto al séptimo aniversario, también explicó que “este caso es una asignatura pendiente de la democracia. El Estado de derecho tiene que dar respuestas institucionales muy fuertes frente a crímenes que se asemejan a los de la última dictadura, y en el caso de Julio López, tiene que ver con los resabios de la estructura del terrorismo de Estado que sobrevive en democracia”.

Actualmente, y según detalla un informe de la Unidad Fiscal de La Plata, la investigación se encuentra en la etapa de análisis de más de 5 millones de llamadas telefónicas relacionadas con la cercanía del domicilio de López entre el 17 y el 18 de septiembre de 2006, este último día en el cual desaparecería antes de llegar a escuchar los alegatos de su querella. La causa, se encuentra a cargo del juez Manuel Blanco, siguiendo el camino de 17 pistas, luego de que en los últimos cuatro años se cerraran otras 34 por falta de pruebas contundentes.

Cañón, expresó que “es necesario hacer una investigación poniendo los recursos humanos, materiales y técnicos, fijando un plan de investigación independiente y autónomo que puedan correr los velos de la impunidad”.

Además, el dirigente apuntó a la vinculación con Etchecolatz de los efectivos de la Policía bonaerense que comenzaron la investigación en una primera instancia: “Cuando se decía que López estaba perdido, esa información estaba en manos de los uniformados vinculados a la estructura de Etchecolatz, lo que lo relacionaba directamente con la desaparición, pero las pruebas se desviaron hasta que la causa pasó a la Justicia Federal”.

“Existen resabios de la policía que están vinculados con mandatos externos como fue la estructura de Etchecolatz y su gente”, sostuvo, pero al mismo tiempo, remarcó que “en este caso existe una responsabilidad fundamental de parte de los jueces porque si bien hay una estructura de las fuerzas de seguridad vinculada con la dictadura, si ellos pueden actuar es porque hay una derogación de los jueces o fiscales, que no miran o no quieren mirar por comodidad o complicidad”.

Por último, Cañón destacó que “la democratización de la justicia es un debate que nos debemos como sociedad, no nos podemos quedar en ver quién lo propone sino que hay que hacerlo, no es un tema de disputa de poder sino que es un debate social como política de Estado, y si no lo tomamos así no estamos apostando a construir la democracia en correspondencia con los más débiles”.

Esta tarde, organizaciones de Derechos Humanos, estudiantiles, políticas y sociales marcharán en La Plata en reclamo a la desaparición de López. La jornada comenzará a las 17 y se espera que la movilización se desplace hacia los tribunales platenses, como también se harán encuentros en diversos puntos de la ciudad.