Continúan las amenazas y las persecuciones contra el trabajador de la CPM torturado en Berisso

La Comisión Provincial por la Memoria pidió “el cese inmediato del hostigamiento” y la separación de los policías implicados. “Estos hechos requieren de una decisión política clara y urgente” por parte del gobierno de Daniel Scioli, dijeron desde el organismo de derechos humanos.

Mario Verón, el empleado de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que había denunciado torturas, amenazas y privación ilegal de la libertad por parte de policías de la Comisaría Primera de Berisso, volvió a ser víctima de la violencia institucional de la Bonaerense.

Según informó, luego de los hechos del 21 de octubre último, sufrió dos nuevos episodios graves que involucran a uniformados de la zona.

El 5 de noviembre a la madrugada, a 15 metros de su vivienda de Ensenada, cuatro patrulleros interceptaron a Verón de manera sorpresiva y con las luces apagadas, cuando se trasladaba en un remise.

“Los agentes se bajaron, le pidieron los documentos mientras se reían, le preguntaron donde vivía y luego lo dejaron ir sin darle ninguna explicación sobre los motivos de su detención”, contaron desde la CPM.

El organismo indicó que no fue el único acto de hostigamiento que sufrió Verón. La noche anterior, cuando viajaba con su familia en el auto de su padre por la ciudad de Berisso, un patrullero efectuó una maniobra intencional contra el vehículo y luego se alejó rápidamente del lugar sin detenerse.

“La participación de varios agentes de distintas comisarías en los nuevos hechos muestra una clara reacción corporativa de la policía tendiente a intimidar a la víctima por la denuncia que hiciera previamente”, señaló la CPM.

El 21 de octubre pasado Verón había sido detenido en un retén callejero por policías de la Comisaría Primera de Berisso, que lo golpearon brutalmente en el piso. Luego fue llevado a la seccional por averiguación de identidad y, tras permanecer algunas horas demorado, recuperó su libertad.

Luego de los hechos, los abogados de la CPM presentaron una denuncia ante la Justicia y la Comisión Interministerial de Prevención de la tortura, creada por el Ejecutivo provincial.

Hasta el momento, la Provincia pasó a disponibilidad a dos efectivos que habían participado del operativo, pero aún están en funciones quienes golpearon a Verón.

Tras los nuevos episodios que involucran a efectivos de la Bonaerense, la CPM reclamó “el cese inmediato del hostigamiento” y “la cesantía de los policías implicados en la denuncia de torturas presentadas en octubre pasado”.

“Estos hechos requieren de una decisión política clara y urgente de parte de la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Justicia y Seguridad y de la Justicia provincial para investigar los hechos y sancionar a sus responsables”, manifestó el organismo.