Con penas más altas, Diputados ratificaría el proyecto original sobre femicidio

Necesita los dos tercios de los votos para mantener el texto aprobado en su momento en ese cuerpo, que fue modificado en el Senado. Habría consenso para obtenerlo.

La Cámara baja discutirá este miércoles el proyecto sobre “per saltum”, pero si así se acuerda en Labor Parlamentaria, también podría incluir este miércoles el proyecto que agrava las penas para los casos de femicidio. El proyecto original fue aprobado en Diputados, pero los senadores optaron por modificar el proyecto y dedicarle al “femicidio” un artículo particular en el Código Penal.

Ante la opción de tomar partida por una de las versiones, en la Cámara de origen acordaron insistir y sancionar el primer texto, para lo cual necesitan el voto favorable de los dos tercios de los presentes.

El dictamen consensuado en Diputados reforma los incisos 1 y 4 del artículo 80 del Código Penal y le agrega otros dos, a los efectos de contemplar nuevos casos de homicidio agravado relacionados a cuestiones de género, frente a los cuales se impondrán reclusión o prisión perpetuas.

En primer lugar, con la reforma de Diputados se contempla -además del cónyuge- el delito contra el “ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia”, con el propósito de equiparar a quienes han formalizado el vínculo con aquellos que no lo han formalizado. La modificación va en línea con la modificación del Código Civil, en el sentido de contemplar “nuevas formas de familias”.

Como segunda novedad se buscan agravar los homicidios cometidos por “odio de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión” -hasta el momento sólo se contemplan los delitos “por placer, codicia, odio racial o religioso”-.

En lo que hace particularmente al femicidio, el proyecto de Diputados crea el inciso 11 para agravar el asesinato “a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.

En cuarto lugar, los diputados y senadores también coincidieron en reforzar las penas para los casos de “homicidio vinculado”; esto es, el homicidio de otra persona con el fin de causar sufrimiento a una persona con la que ha mantenido o mantiene una relación afectiva. El texto fue redactado mientras resonaban el caso Cuello, donde un hombre secuestró y mató al hijo de su expareja para mortificar a la madre del niño; así como el caso Cruz, más aberrante aún, donde la propia madre mató a su hijo para vengarse del padre.

Finalmente, el proyecto establece que cuando en los casos de relaciones de pareja “mediaren circunstancias extraordinarias de atenuación, el juez podrá aplicar prisión o reclusión de 8 a 25 años”, lo que “no será aplicable a quien anteriormente hubiera realizado actos de violencia contra la mujer víctima”.

“Hay un problema metodológico: todos lo agravantes del homicidio van en un solo artículo (el 80); desconocerlo lleva a que la agresión de género, al estar aparte, no sea un agravante de las lesiones. Si lo ponemos en el 80 bis, esa agresión de género no está referida”. Así explicó el kirchnerista Oscar Albrieu la decisión unánime de insistir con la versión original del proyecto sobre “femicidio”.

El titular de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara baja reconoció que “los dos proyectos son buenos, no tienen grandes diferencias”. “Lo que pasa es que como Cámara de origen tenemos que decir entre una y otra, y puestos a elegir nos parece mejor la que aprobamos nosotros”, explica el rionegrino.

La vicepresidenta del bloque del Frente para la Victoria en Diputados, Juliana Di Tullio, propuso a los bloques opositores sancionar el proyecto el miércoles 14. Precisamente ese día, el kirchnerismo buscará convertir en ley la reglamentación del “per saltum”, que la oposición rechaza por entenderla una “presión” a la Corte Suprema en el marco de la puja con Clarín por el “7D” y la aplicación de la Ley de Medios.

Sería una sesión especial con temario cerrado, según informaron a Semanario Parlamentario. La oposición, en consecuencia, no bajará al recinto hasta que el kirchnerismo logre quórum propio. Al menos eso es lo que hizo en lo que va de 2012. En el mismo sentido, algunos legisladores podrían retirarse después del extenso y arduo debate que implicaría el “per saltum” y pondría en riesgo el proyecto sobre “femicidio” si es que se trata después.

Por eso, ante cualquier sorpresa -como una eventual retirada en masa de la oposición-, los bloques deberán pactar una fecha en las tres semanas que le queda al año parlamentario y comprometerse a garantizar los dos tercios para la sanción de la versión original del proyecto. No debería ser un desafió dado que avanzó por unanimidad, pero nada está exento de alteraciones en la política parlamentaria.