Policía de Tres Arroyos admite que se ven superados por las picadas de motos

El titular de la Comisaría 1ª de Tres Arroyos, Subcomisario Edgardo Míguez, admitió que el entorno de las picadas supera a la respuesta operativa de las fuerzas policiales, disminuidas en cantidad de personal. Hizo referencia a hechos que se registran en la Avenida Alem cada domingo, filmados por las cámaras de seguridad. No obstante, dijo que a pesar de todo, logran secuestrar por unos días, algunas motos.

La policía (al igual que Tránsito) no puede hacerle frente de igual a igual a los protagonistas de las «picadas de la muerte» en la avenida Leandro N. Alem. En la misma línea de autocrítica llevada a cabo por el jefe de la Departamental policial, comisario inspector Eduardo Quintela, en esta ocasión es el titular de la Comisaría Primera, el subcomisario Edgardo Míguez, quien asume que desde la seccional se combaten las picadas de motos en ese trazado de la ciudad con los límites operativos que la fuerza misma tiene.
Míguez, quien responde directamente a su superior, el jefe de la policía municipal, comisario Sergio Villavicencio, y ambos representan una fuente de consulta permanente para Quintela, confesó que este último domingo se llevó a cabo un operativo policial junto a personal de la Dirección Municipal de Tránsito, en el que lograron secuestrar cuatro ciclomotores, todos utilizados para las picadas sobre la avenida Alem, lugar donde no hace mucho tiempo atrás este tipo de eventos se cobró una víctima fatal, y dejó a un herido grave.

Además de los rodados secuestrados, se contaron unas 23 infracciones, siempre según el titular de la Comisaría Primera.
El jefe policial admitió que solamente pueden llevarse a cabo operativos en los extremos de lo que se considera la pista (la misma avenida Alem) porque les resulta imposible poder llegar al centro de la acción, en donde al menor intento por secuestrar algún rodado se ven superados por personas que reaccionan en forma violenta en defensa de algún «corredor» y de su moto doblándolos en cantidad y en agresividad. «Tratamos de no ocasionar un mal mayor», dijo Míguez, quien por el contrario aclaró que las «directivas» son que una vez secuestrada una moto «se la sube al patrullero y se la traslada a la seccional», con la correspondiente contravención para el conductor.
La contrapartida del secuestro de esos rodados es que no suelen pasar mucho tiempo en calidad de «secuestrado» ya que desde la Justicia de Faltas se los libera en cuestión de días.
Esa parece ser hasta el momento la única estrategia con la que cuenta la policía y Tránsito. Poder monitorear desde los extremos las picadas y una vez que quedan al alcance de los controles, y distraídos, llevar adelante el acto de constatación.

Con testigos
Todo esto no ocurre sin testigos. El mismo Míguez afirmó que este último fin de semana se congregó una importante cantidad de personas, grupos familiares que según su misma expresión «se dan cita una vez cerrado el Parque Cabañas» para poder observar «el pseudo espectáculo» que representa ser testigo de las carreras ilegales de motos en ese sector de la ciudad.
Según indicó, se trata de vecinos de distintos sectores que se ubican a los costados de la «pista» y observan el «pseudo espectáculo». El jefe policial aseguró que al menos «un centenar» de vehículos pudo contarse este último domingo.
No obstante, los testigos privilegiados son nada menos que los responsables del monitoreo de las cámaras de seguridad de ese sector de la ciudad y el secretario de Seguridad, Pablo Abraham, quienes captaron las imágenes de la tragedia antes mencionada.
Mientras tanto este próximo fin de semana volverán a producirse picadas, y las autoridades policiales a pesar de que seguirán intentando controlar estos hechos, se verán disminuidos en cantidad de personal debido al Enduro de Claromecó que concentrará un importante operativo de seguridad.