Cambió condena penal por asistir a seis clases en la Universidad

Un conocido empresario de la ciudad de Bahía Blanca deberá asistir a clases de Derechos Humanos en la Universidad Nacional del Sur luego de que fuera beneficiado con una “probation”, que le evitó una condena penal.

En las últimas horas, el juez en lo Correccional y Criminal José Luis Ares decretó la “suspensión del juicio a prueba” en favor de Roberto De Barrenechea en orden al delito de lesiones graves que se le imputaban.

El acusado es dueño de la firma Taxi Ya y presidente del Centro de Propietarios de Taxis de Bahía Blanca.

En la tarde del 22 de mayo de 2010, De Barrenechea discutió por cuestiones del momento con el chofer Carlos Javier Ramírez y lo golpeó. La escaramuza incluyó insultos y roturas de los vidrios de las oficinas de Zelarrayán al 400.

La víctima acreditó que por los golpes sufrió la pérdida de su capacidad auditiva.

Una vez la causa radicada en el juzgado de Ares, el abogado del imputado solicitó la aplicación del beneficio de la “suspensión del juicio a prueba” y la fiscalía manifestó su consentimiento.

La suspensión del juicio o “probation” se pude otorgar en los casos en los que las penas sean menores a tres años a cambio de la reparación del daño causado y la realización de tareas comunitarias.

De esta manera, el delito de “lesiones graves” no se transformó en una pena efectiva. El juez fijó distintas reglas de conducta que De Barrenechea deberá cumplir por el lapso de dos años.

Ares dispuso que el empresario -y un familiar de este también procesado por el mismo hecho- concurra “como oyente a seis clases de la Cátedra Libre de Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos, que se dicta en la Universidad Nacional del Sur”.

Además, deberá fijar residencia -de la cual no podrá ausentarse por más de 24 horas- y se le prohibió acercarse a la víctima Carlos Javier Ramírez.

En relación a las clases de Derechos Humanos, Ares mencionó que por “el tipo de delito imputado y las consecuencias acarreadas en perjuicio de la víctima -especialmente la pérdida de capacidad auditiva- considero que la asistencia a los claustros universitarios llevará al procesado a reflexionar y a recapacitar, a la vez que ampliará sus conocimientos con finalidades preventivas, tendiente a reforzar su responsabilidad social y el respeto por el prójimo”.