«Puerta de Hierro» ya compite en el Festival de Cine de Mar del Plata

Víctor Laplace y Dieguillo Fernández presentaron en la Competencia Latinoamericana del Festival de Cine de Mar del Plata “Puerta de Hierro”, un filme que reconstruye la historia del exilio de Juan Domingo Perón después del golpe de 1955 hasta su regreso definitivo en 1972.

La película se vio en la ciudad balnearia bonaerense en cuatro funciones repletas, inclusive con gente que se quedó con las ganas, con aplausos y abrazos al director y María Victoria Carreras, que interpreta a Isabel Martínez, y hasta con jóvenes peronistas marplatenses que en la puerta del Ambassador se sacaron fotos junto al actor y cantaron con él la marcha partidaria.
El guión, que Laplace escribió con Leonel D`Agostino y tuvo un primer borrador en el que colaboró el recordado guionista y director Santiago Carlos Oves, usa como excusa para el relato el ficcionado encuentro de Perón con una sastre madrileña, encarnada por Natalia Mateo, quien le regala al entonces ex mandatario en el exilio un grabador de cinta para que registre su historia nunca contada desde una perspectiva personal.

Laplace y Fernández se meten desde la ficción en un territorio hasta ahora no abordado, el que tiene que ver no solo con Perón y su tercera esposa, María Estela Martínez, sino también con el empresario Jorge Antonio, el siniestro ex secretario José López Rega, el fallecido dirigente montonero Rodolfo Galimberti, el dirigente sindical Augusto Timoteo Vandor, el futuro presidente Héctor J. Cámpora y el doctor Puigvert, entre otros, que tuvieron que ver con ese largo capítulo.
“Esa fue una zona compleja que trabajamos mucho con los actores, desde el guión y la puesta en escena, y me parece que se construyó un triángulo interesante desde lo dramático, donde ella se convierte en un personaje hasta con una cierta presencia política, si bien no abordamos el tema político en profundidad, cuando Perón la manda en un primer viaje a la Argentina con una misión”, dice Laplace en diálogo con Télam.

“Hay leales y no leales. Perón estaba rodeado de amigos y enemigos y toda esta es una etapa es la que intentamos reconstruir. No es casual que en la primera escena haya un Perón solo frente al espejo y termina solo, despojado, cuando está por volver a la Argentina, cuando recuerda a su madre”, asegura el actor, que ya incursionó dos veces en la ficción cinematográfica como director (esta vez, como en la anterior, con la colaboración de otro cineasta).
“Tocar este punto, es decir la relación de Perón con Isabel y López Rega, implicaba un riesgo, un precio a pagar, y por eso tuvimos un gran cuidado de no caer en el morbo, una situación que también se da con la llegada de los restos de Evita a la quinta 17 de Octubre en Puerta de Hierro”, explica el director, que además tuvo la responsabilidad de encarnar una vez más al líder justicialista.

“En Mar del Plata, cuando presenté en competencia `El mar de Lucas`, mi ópera prima, uno de los integrantes del jurado era Leonardo Favio, que me dijo que con esa película estaba en el camino. Lo mío, descubrí entonces, es buscar las raíces, y creo que desde entonces voy por esa senda”, asegura Laplace.
“Hay una importante reconstrucción de época, recreamos aquella quinta de Puerta de Hierro aquí en la de San Vicente, rodamos las principales escenas de Madrid en Pamplona, y cuidamos cada detalle tanto de escenografía como de vestuario, lo que implicó una inversión de envergadura”, agrega.
“Cuidamos fechas, cada situación, quizás por eso tardamos seis años en hacerla… Interpretar a Perón fue una casualidad en vida, cuando me convocó Juan Carlos Desanzo para su film sobre Evita, pero desde entonces fue cambiando, porque de ser por encargo pasó ahora a ser el mío”, explica.
“Recuerdo cuando Desanzo me dijo `Vas a ser el mejor Perón del cine` y me dio el guión y aclaró que debía leerlo y darle una contestación ya. No imaginaba que iba a entrar en mi vida en la forma que lo hizo en especial ahora, porque se trata de mi versión de Perón”, recuerda emocionado.
Y sigue: “Si alguien me hubiese preguntado qué personaje quería hacer, habría dicho Macbeth o Ricardo III… Nunca se me hubiese ocurrido encarnar a Perón, pero de pronto todo cambió”.

“No es casual que la película termine en octubre de 1972. La situación se torna complicada con esa irrupción de López Rega, incluso en lo físico, en momentos en que el deseo de Perón era el de volver, consciente de que estaba enfermo y no le quedaba demasiado tiempo de vida”, insiste Laplace en la difícil tarea de cómo explicar aquel capítulo de la historia del personaje y del país en una coyuntura compleja.

«Fue muy bueno compartir con un director joven como Dieguillo Fernández la dirección, porque no podía decirme a mí mismo `luz cámara y acción`, más allá de compartir el trabajo en su totalidad», explica Laplace a propósito de la codirección y esta apuesta a la juventud, a la que el mismo Perón alude en el filme.
El elenco del filme que se estrenará en marzo lo completan Fito Yanelli como López Rega, Javier Lombardo como Jorge Antonio, Manuel Vicente como Cámpora, Sergio Surraco como Galimberti y Federico Luppi que encarna al doctor Antonio Puigvert, con el que Perón tuvo una relación no solo médico-paciente sino de amistad.
En los rubros técnicos, el filme de Laplace y Fernández contó con Diego Poleri en la fotografía, Marcela Sáenz en la edición, Adriana Maestri en la dirección de arte, Marcela Villariño en el diseño de vestuario y el hijo del primero, Damián Laplace, en la música.