El Banco Mundial asegura que Argentina duplicó su clase media en los últimos diez años

El informe dado a conocer destaca el crecimiento de la clase media a partir de la instrumentación de políticas de desarrollo económico y de la ampliación de oportunidades para sectores más vulnerables.
El trabajo, presentado el presidente del BM, Jim Yong Kim, y el economista jefe para América Latina, Augusto de la Torre, sostiene que en Argentina el número de habitantes comprendidos dentro de la clase media aumentó entre 2003 y 2009, de 9,3 millones a 18,6 millones.

Ese aumento de más de 9,3 millones representa un 25 por ciento de la población total de Argentina, el mayor porcentaje de crecimiento de la clase media en toda la región durante la última década.

En segundo lugar dentro de la mejora porcentual se ubicó Brasil, con el 22 por ciento; seguido por Uruguay, con el 20 por ciento; y Colombia, con el 16 por ciento.

«Este fuerte incremento en Argentina, está relacionado con una recuperación de la clase media tras la reducción sufrida por ésta durante el período 2001-2002, como consecuencia de la crisis económica», dijo De la Torre.

A nivel regional, el informe denominado «La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina», destacó que luego de décadas de estancamiento, la clase media de la región creció de 103 millones de personas en 2003 a 152 millones en 2009, lo que representa un salto del 50 por ciento.

«Esto representa un cambio estructural histórico», afirmó el titular de la institución multilateral, quien reconoció que este resultado se debe «las políticas implementadas por sus gobiernos».

«La experiencia reciente en América Latina y el Caribe le muestra al mundo que se puede brindar prosperidad a millones de personas a través de políticas que encuentran un equilibrio entre el crecimiento económico y la ampliación de oportunidades para los más vulnerables», agregó el flamante presidente del Banco Mundial.

Durante décadas, la reducción de la pobreza y el crecimiento de la clase media en América Latina y el Caribe (ALC) avanzaba a un ritmo muy lento, a medida que el bajo crecimiento y la persistente desigualdad frenaban el progreso.

En los últimos diez años, sin embargo, la suerte de la región mejoró significativamente gracias a ciertos cambios de política pública que enfatizaron la prestación de programas sociales junto a la estabilidad económica.

El resultado fue que la clase media creció un 50 por ciento hasta abarcar el 30 por ciento de la población total de la región en 2009.

De esta forma, en la región la clase media y los pobres representan aproximadamente la misma proporción de la población total, de acuerdo al informe.

Algunos de los factores más importantes a la hora de favorecer la movilidad ascendente en América Latina incluyen un mayor nivel educativo entre los trabajadores, mayor nivel de empleo formal, más personas viviendo en áreas urbanas, más mujeres en la fuerza laboral y familias más pequeñas.

El informe define a los integrantes de la clase media como aquellos con un ingreso per cápita de entre 10 dólares y 50 dólares por día.

Este nivel de ingreso proporciona una mayor capacidad de recuperación ante eventos inesperados y refleja una menor probabilidad de volver a caer en la pobreza.

No obstante, el documento describe a su vez una cuarta clase vulnerable, que representa el 38 por ciento de la población, y a la cual le fue mucho mejor que a los pobres en términos de ingreso pero aún carecen de la seguridad económica de la clase media.

Esta último segmento, denominado `clase media vulnerable`, tiene ingresos diarios de entre 4 y 10 dólares per cápita.

Por otro lado, el Banco Mundial determinó que con la excepción de años de educación, la movilidad intergeneracional sigue siendo limitada siendo que el origen económico y social de los padres de una persona joven sigue jugando un papel sustancial a la hora de determinar el futuro económico de esa persona.

«Una sociedad con una clase media creciente es más propensa a reducir dichas desigualdades», sostuvo el economista Augusto de la Torre.
«Está ampliamente aceptado que la clase media es un agente de estabilidad y prosperidad. En una región de ingreso medio como América Latina, una clase media más grande tiene repercusiones cruciales», concluyó.